Venía de caminar lentamente, había hecho de ese proceso una obligación mental. Caminar era un acto reflejo que le hacía olvidar, cada paso un peso menos. Cada movimiento de pie un error olvidado. Y vivía sin pensar en todas las penurias que había pasado. Todas aquellas tardes de cemento que había tirado por la borda, todas sus anodinas mañanas sin sentir.
jueves, 22 de abril de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
diossssssssss qué cancion más preciosa!!!
ResponderEliminarla mejor de aznavour para mí, la boheme da titulo al blog y a mi cuaderno y a mil cosas.
ResponderEliminarpero nosé esta es especial
hier encore, j'avais 20 ans, j'ai caresse le temps nianianianiaaaaaaa
ResponderEliminar