Easy Rider empieza con Born to be wild y el resto va sobre ruedas. Con la velocidad propia de las motos que conducen Peter Fonda y Dennis Hoper(protagonista y director del film) las imagenes aparecen y desaparecen frente nuestros ojos. Una especie de nouvelle vage made in USA. La fotografia logradísima por parte de Láslo Kovács retrata perfectamente los paisajes de la america profunda y hace que con rapidez amemos u odiemos a los personajes que aparecen ante nosotros, desde el pobre borracho con ansias de libertad que interpreta Jack Nicholson hasta los rudos yankis que se rien en reiteradas ocasiones de las melenas de los protagonistas.
Con la excusa de querer viajar a Nueva Orleans y vivir su Mardi Gras los protagonistas se ven envueltos en un viaje iniciatico y en otro tipo de viajes inducidos por el LSD.
Easy Rider es un retrato de la juventud y la contracultura de finales de los 60s pero sobretodo es un canto a la libertad, una pelicula de culto que al igual que sucede con el libro "On the Road" de Jack Kerouac nos hace querer saltar a la carretera y olvidarnos de prejuicios y de necesidades absurdas.
