The Pastels

Cry Baby

Esta, es un perfecto ejemplo de una película dirigida por John Waters.
El argumento, que podría ser extraído de cualquier pelicula como Grease o Rebelde sin Causa cambia radicalmente al introducirlo en el mundo del director y guionista. Él, es un gran ejemplo de los directores que tienen una estética y un universo creado, ¿quién sino hubiese hecho que actuase Kim Mcguire en un papel de adolescente?
Iggy Pop también aparece en este film, del bando de los malos. Porque esto es lo gracioso de la película, lo típico -y satirizado- de ambos bandos: los squares y los drapes, los primeros niños buenos y adinerados con jerseys de lana que cantan doo wop (al estilo blanco, obviamente)y los segundos los malos malotes con chupas de cuero y fanáticos del rock and roll.
La música es un elemento esencial en la película, la composición de las canciones es buenísima, sobretodo si te gusta el rock and roll, aquel de verdad, el puro, el joven, el que era tal y como nació.
El vestuario es muy acertado, lo cierto es que sobretodo se explaya con Tracy Lords y sus curvas imposibles, pero también, en otro estilo, con la otra protagonista femenina, Amy Locane.
En general no es la pelicula más fuerte, ni grotesca de John Waters, pero es una pelicula buena, que sin darte cuenta ves empezar y acabar.
Destaca, intentando ser objetiva, la magnífica voz de Johny Deep.

The wizard of oz

El mago de oz es una fantasía hecha película. Son unas imagenes que nos envuelven y nos hacen querer volver a ser niños. No podemos dejar de admirar los colores y ese mundo mágico que envuelve a Dorothy. Todos queremos ser ella. Queremos ponernos esos chapines rojos y saltar y cantar por el mundo de Oz. Es imposible no temer a la bruja malvada.

Los personajes al igual que los decorados- en los que si nos fijamos vemos el final, la pared- son adorables. ¿Quién no tiene su favorito? Podemos escoger entre un hombre de hojalata sin corazón, un espantapájaros sin cerebro o un león sin valor.
La caracterización es muy buena, tratándose como se trata de una película de 1939. July Garland cantaba genial. Y las cancioncillas son alegres y bonitas.
Es otra película de culto, la estética es simplemente fántastica y la historia...la historia es entrañable.

Rien plus a dire

What's New Pussycat?

Esta película que data de 1965 fue el debut como actor y guionista del célebre Woody Allen, aunque en esta ocasión no la dirigió ya que esta tarea cayó en manos de Clive Donner y Richard Talmage.
En ella observamos el nacimiento de diversos ítems que acabarían por ser los grandes tópicos de las peliculas de Woody Allen, desde los psicoanalisis -que los lleva a cabo el actor Peter Selles- a el típico Don Juan, obsesionado con las mujeres -Peter O'toole en el papel protagonista-.

La comedia en diversas ocasiones acaba desembocando en una comedia de enredo -el final, que podría recordar a cualquier comedia Plautiana- y en otras recuerda a los slapsticks -en más de una ocasión la risa nos viene provocada por el dolor físico de los personajes...-.

Destaca sobre todas las cosas por el gran reparto, actuando desde Romy Shneider,Ursula Andress, Richar Burton hasta el mismo Woody Allen, sin pasar por alto el breve papel de Françoise Hardy, que aparece tan sólo en los últimos cinco minutos del film.

En general es una película que tiene momentos divertidos, pese a que Allen no acabase contento con el resultado ( se dice que los productores intentaron cambiar casi por completo el guión) pero en comparación con otras del guionista resulta casi mala.
Por ultimo no se puede dejar de mencionar lo pegadizo de la canción de la B.S.O - que suena mil y una veces durante el film- interpretada por Tom Jones aka El tigre de Gales

“Yo no quiero ser igual que cualquier otro, por eso soy un mod”

Es díficil hablar de una película como Quadrophenia. Una película que he visto un millón de veces. La cuestión es hablar de motos y música, aderezado con un poco de moda y cultura juvenil sesentera.
Este filme basado en la opera rock que escribió The Who nos narra la historia de Jimmy,un joven mod que se pasa el día entero encima de una scooter, un joven con un futuro poco claro y que se dedica a ir de fiesta en fiesta para bailar northen soul y comer ''pastillas azules'', asimismo como la misma vida de sus amigos. Como en toda historia que se precie su vida da un giro, cuando durante los famosos altercados que acontecieron en Brighton es detenido y posteriormente expulsado de su casa por su familia. Siendo una película de The Who no se puede pasar por alto lo genial de su banda sonora, con muchas canciones interpretadas por ellos pero también con las míticas Ronettes o Cross Section, canciones que ambientan genialmente la obra. El vestuario, importante, tratandose de mods (parkas, corbatas, polos fred perry's...) está 100% acorde con lo que realmente era.


Esta opera rock que tan solo parecería intentar retratar los mods ingleses de principios de los 60s podría parecer pasada de moda y antigua pero tiene algo que la hace atemporal, quizás sea el inconformismo típico de la juventud o quizás sea porque siempre habrá algún mod de corazón que se emocione y sienta nostalgia.

Buscando mi destino (Easy Rider)

Easy Rider empieza con Born to be wild y el resto va sobre ruedas. Con la velocidad propia de las motos que conducen Peter Fonda y Dennis Hoper(protagonista y director del film) las imagenes aparecen y desaparecen frente nuestros ojos. Una especie de nouvelle vage made in USA. La fotografia logradísima por parte de Láslo Kovács retrata perfectamente los paisajes de la america profunda y hace que con rapidez amemos u odiemos a los personajes que aparecen ante nosotros, desde el pobre borracho con ansias de libertad que interpreta Jack Nicholson hasta los rudos yankis que se rien en reiteradas ocasiones de las melenas de los protagonistas.
Con la excusa de querer viajar a Nueva Orleans y vivir su Mardi Gras los protagonistas se ven envueltos en un viaje iniciatico y en otro tipo de viajes inducidos por el LSD.

Easy Rider es un retrato de la juventud y la contracultura de finales de los 60s pero sobretodo es un canto a la libertad, una pelicula de culto que al igual que sucede con el libro "On the Road" de Jack Kerouac nos hace querer saltar a la carretera y olvidarnos de prejuicios y de necesidades absurdas.

Lolita go home

Todo era oscuro, no veía nada a su alrededor. Tenía los ojos tapados y su mente solo podía pensar en una cosa. En ese momento no había nada más en el mundo. La muerte se confundía con el sudor y la vida era algo tan abstracto que no podía abrazar. Sentía cada milímetro de su piel ardiendo, pensó que quizás se evaporaría y que por fin empezaría a formar parte de la nada. Volvería a ese estado anterior al de nuestro nacimiento del que nunca debimos salir. No había peligros, no había futuro, era ese instante y ella, el fin de todo.

La cadencia de la decadencia

Aprendió a aceptar la fugacidad absoluta de la vida. No volvió a querer volver eterno ningún minuto, ni tan si quiera quiso detener ese instante en que se dio cuenta de que por fin era quien siempre había querido ser. Nunca más se repetiría. Y por eso mismo fue feliz. Ahora que las horas venían, sin volver, sin pensar que se deshacían en sus manos, notó que volaba. Alto. Recordó que un día descubrió que era dueña y señora del tiempo. Que podía jugar con él cuando le placía y que nadie lo sabía. Solo ella. Y pese a que si se le hubiese antojado podría haber detenido el tiempo e incluso volverlo más joven(cosa que cualquiera de nosotros hubiese hecho para remendar nuestros más fatales errores) no lo hizo. Aprendió a aceptar la fugacidad absoluta y retorcida de la vida y de su hermano, el tiempo. Y por consiguiente hizo caso omiso de las crisis existencialistas que le solían dar, en aquellas largas noches de insomnio. Ahora todo era bonito, sencillo, fugaz, feliz. Ahora ya no vivía en la melancolía. Aunque solo volvía a ella cuando escuchaba Chez Laurette.

Miedo al vacío

El sillón era rojo, afelpado, con las patas doradas desconchadas. Presidía el salón. Se veía pequeño e insignificante entre tanto decorado barroco. No había ni un espacio libre, las paredes repletas de cuadros y los cuadros repletos de personajes y paisajes alegres. Una vida disipada. Y el sillón presidiendo el salón y observando los cuadros con aire intelectual.

Yo quería vivir ahí. Cada rincón de aquel espacio recargado olía a decadencia. Aquel espacio era yo. Me habían dicho que de noche los fantasmas invadían aquel espacio y que no eran muy amables. Lo serían. Me aceptarían. Yo era la única pieza que faltaba en aquel salón. Yo viviría ahí por los siglos de los siglos. El Horror vacui me poseería.

Birdland

Siempre creí que mis sentimientos me sobrevivirían, que vivirían más allá de la muerte de mi cuerpo. No sé por qué. Quizás, porque en mi mente los sentimientos son como fantasmas, fantasmas que me poseen sin razón alguna. Felicidades absurdas y angustias eternas, ternuras y odios que no vienen al caso. Y es que mis sentimientos van por libre, no tienen en cuenta ni mi día a día ni mi realidad, en el fondo, piensan como yo.

Esto no es nada divertido

Repetir los mismos patrones hasta la saciedad, teniendo la sensación de haber vivido todo ya con anterioridad. Pero sin sonreír. Obviando el factor sorpresa.

Sin querer abandonarse a lo más fácil, sin pretenderlo acabar por no decir nada cuando te rondan un millón de propuestas bonitas, para qué...si nadie te va a contestar.

Vivir como un vegetal sin darte cuenta, sin tan siquiera pararte a pensar que estas viviendo o, mejor dicho, haciendo ver que vives.

Yo no empecé esto

Yo no había pedido nada, yo no decidí empezar. Me lo dieron todo para más tarde quitármelo, me enseñaron todo lo bueno para finalmente dejarme sola con lo malo.

Yo no había pedido nada aunque todos me empujaban a desear, a querer más, a necesitar cosas que ni me importaban y yo no sabía si hacerles caso y ansiar aquello, o por el contrario vivir como quería...viviendo sin recuerdos y sin pasado.

Viviendo en soledad, sola y sin recuerdos, con mis proyectos imposibles, con esas historias que de vez en cuando me salían bien, con los grupos y solistas que amaba, con aquel actor y aquella película que me obligaba a viajar a París... con todo aquello que me hacía sentir, con las pocas cosas que hacían que me arrepintiese cuando pensaba en acabar con esto que yo no decidí empezar.

Los imperativos soñadores

Living is easy with eyes closed, misunderstanding all you see... toda mi filosofía resumida en una frase de los Beatles.

Cierra los ojos, imagina tu mundo, ríete cuando te dicen que eres un soñador, no seas realista y pide lo imposible.

La realidad es aburrida,así que invéntate la tuya propia, no creas nada de lo que ven tus ojos, la verdad no existe, deja que la imaginación decida por tí y observarás como todo empieza a ser más divertido. Los sueños pueden ser vividos más intensamente que la propia vida.

Y es que soñar es gratis -aunque esta es una frase de Blondie- y otro día me ocuparé de eso...

Realidades subjuntivas

¿Qué estaría haciendo ahora si no hubiese nacido? Imagino que estaría infiltrada en millones de cuerpos extraños. Los atómos que juntos conforman mi yo estarían pululando por otros cerebros, por otros ojos, por otras manos. Y en buena parte todos serían yo.

Si yo no hubiese nacido, quizás, sería la humanidad entera con el entero de sus problemas y parte de sus alegrías. Mi yo hubiese sido un nosotros, o a lo mejor me equivoco y tan sólo hubiese sido una película de Bruce Lee y hubiese sido inmortal.

Sedative

Morir bajo la lluvia cuando ya no te queda nada por hacer, olvidarse del significado de la vida antes de que llegue el fin. Saber que ya no te queda nada por saber. Querer dejarlo todo a un lado, para deshacerte poco a poco, para que lo único que quede sean tus ideas, para que lo que realmente importa reste y lo restante sea olvidado.

Morir deshidratado de tanto llorar, dejar de odiar y de querer, sumirte en un estado en el que nada es verdad y nada es mentira, quemando la razón y las razones que nos obligan a continuar. Llegar a formar parte de la nada.

Querer vivir tan sólo para escuchar aquella canción.

Jessia A.

surrealism

El agua brota graciosa por las piedras mientras toman el sol despreocupadas.
El paisaje se aleja de mi vista y andado voy poco a poco perdiendo mi identidad, empezando por los apellidos y acabando por las huellas dactilares; la vida junto al reloj se vuelve a realentizar y el sol quema mis espaldas doloridas. El pelo se va aclarando y mi consciencia también, la melanina se reproduce mientras una mota de polvo hace que brote una lágrima a la cuál le acompañan otras y a las otras unas cuántas más.
Mi rostro se desfigura y deshecho por el calor forma un charco en el suelo, un charco desesperado que no sabe si quiere volver a retomar la forma original.
Y mi cuerpo sin rostro empieza a volar sin saber cual es su meta, sin la certeza de que el vuelo que ha tomado le lleve a ninguna parte... y me doy cuenta de que mis orejas también se encuentran en el charco desesperado y si me llaman no lo escucho y tengo miedo de que me estén llamando y no lo esté escuchando.

Empiezo a pensar que la meta desconocida se está cercando, lo siento, y cuánto más lo siento más desciendo, primero lento, luego rápido, cada vez más rápido y caigo en un colchón y, despierta en mi habitación me doy cuenta que mi misteriosa meta no era otra que un cuadro de Dalí.

Jessia A.

Infiel a mis principios.

El ser humano es infiel por naturaleza, no importa a quién le pongamos los cuernos ni que es lo que nos motiva,el caso es hacerlo... que más da si engañamos a nuestro marido, a nuestro mejor amigo o a nuestros principios.
Hoy me he sido infiel a mi misma. Hoy me he abierto un blog.

Aunque nunca he estado en contra de los blogs siempre he estado en contra de abrirme uno... tengo miedo de empezar a escribir y no saber cuando parar, de excederme en contar cosas que no debería o de escribir tanto que no deje nada para mis cuadernos, de agotar las ideas que algún día podrían sacarme d pobre.
¿Pero que más dará? En el fondo lo que importa es que hoy empieza algo, algo que tampoco sé ni lo que durará, ni como continuará...pero hay pocas cosas más bonitas que la incertidumbre de la novedad.


Jessia A.