miércoles, 21 de julio de 2010

2 en 1


Accidentalmente bebió su sangre y entonces, él empezó a formar parte de ella. Se habían unido de por vida. Jamás se separaban. Lo intentaban. Iban y volvían por caminos separados. Pero unidos. Su sangre era una y por más que se empeñasen era un hecho que no podían cambiar. Ella solía cortar sus brazos para que la sangre brotase, y quizás, con un poco de suerte, saliesen esas malditas gotas que jamás debieron entrar en su cuerpo. Nunca salían. Se instalaron en lo más hondo de su corazón y se habían aferrado tan fuerte a él que ya no había nada que pudiese separarlas, separarlos. Desunirlos.

lunes, 12 de julio de 2010

Transmission

Harían un trato: Su arte a cambio de la felicidad. Lo pensó, le dio vueltas durante horas, días, meses. Aceptaría. Ya no quería crear. Ahora tan solo le interesaba saber que se sentía al ser feliz.
Se arrepintió. No podria vivir sin esa ansia de muerte. Ni sin sus largas horas tirado en la bañera viendo como serpenteaba su sangre a ritmo de Joy Division. Sin su nudo en el estomago y sus pocas ganas de hablar no era nadie. No lo sería y nunca sería feliz.