domingo, 21 de marzo de 2010

Reducciones necesarias


Como cada día esperaba ese momento, esa sonrisa. Esos cortos instantes en que se dirigirían la palabra, en la que ella intentaría descubrir un mínimo de interés. Y las mariposas volarían, querrían escapar de su estómago. Y reiría. Sabía que no podría dormir pensando y recordando, analizando, intentando volver a descubrir ese mínimo, ínfimo interés.
Sentía que su vida se reducía a esos cinco minutos y que el resto era un recordatorio, un avance al futuro.

2 comentarios:

  1. Esa soy yo, jaja...hasta el día que el interés mínimo sea algo más que eso...!

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  2. fiu fiuuuuuuu alex!!!
    yo ya estoy de vuelta de todo, ya nada me emociona, estoy nihilista, aburrida y con ganas de fiesta.
    En realidad sabes que no!

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