lunes, 17 de enero de 2011

L'amour chante


Esperar es desesperar. El vacío del alma que espera una respuesta pero que no espera entender. El querer. El poder. Bajos instintos que laten bajo nuestra piel. El odio. Volver a creer que podemos empezar algo nuevo cada dos por tres. Quitándote la ropa mientras mi cerebro empieza a arder. La sangre quiere hervir pero tiene miedo a quemar la piel. Nada es tan importante puesto que nada será recordado lo suficiente para que sea algo más que una simple anécdota. Absurdo destino que se empeña en cambiar de dirección para continuar desembocando en ríos de tormenta y aguas estancadas. Robos permitidos e influencias presentadas. Nada es lo que imaginamos aquella tarde de verano en que los helados se deshacían a ritmo acelerado. Podría contar mil veces como olvidé mi niñez. Debieron de ser largas las soledades que me acompañan

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