lunes, 16 de enero de 2012

Mon coeur qui bat

Se había convertido en un retrato. Y ya no podía moverse. La pasividad se había apoderado de su mirada y ya no podía ni pestañear. Le dolía el corazón. Estaba atrapada dentro de un cuadro costumbrista. Aburrida. No podía ni respirar. Se estaba ahogando desde hacía meses pero sin morir. La muerte no puede contra el arte. El arte es inmortal. Así que estaba muerta en vida y aburrida sin poder pestañear. Su cabeza daba vueltas y vueltas estáticamente, sin moverse.
Ahora su sangre se había convertido en pintura y no podía hacer más que esperar. Esperar algo que jamás llegaría.

No hay comentarios:

Publicar un comentario