viernes, 16 de abril de 2010

Aviones ficticios

Tenía montañas de obligaciones. Le había dejado de interesar todo lo mundano, vivía recluida en su mente y como un autómata se dedicaba a contestar si o no sin fijarse en las preguntas. Pero le salía bien, lo disimulaba a la perfección. Hacía creer o creían por si solos, los demás, esos que la rodeaban, que vivía en el mundo tangible, en el que todos tocan. Todo tan alejado de la realidad, todo tan absurdo. Ya vivía en París. Ya era feliz. Paseaba sonriente junto a aquel sombrero y el sol inundaba la escena. Películas, escenas, fotografías futuras jamás proyectadas y todo tan dubitativo.
Dejaría que creyesen, que viesen
imágenes que ella nunca trató de retratar. Nunca le importaron estos cortos años que pasaría aquí. Era mucho más que eso.

2 comentarios:

  1. justamente ayer estubimos hablando ! no me acordaba que lo habia puesto en el blog si no lo hubiese apuntado como dato xD

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