miércoles, 6 de abril de 2011

Bucle de sombras


Empieza. Se acaba. Constante dinámica de principio y fin. Todo va así. No quieres vivir. Ya no existes. ¿Algún día cambiarás? Pasarás a la total negación. Al no existir. Al no vivir. Volverás a nacer cientos de años después y seguirás cometiendo los mismos errores. Esa maldita tristeza que hace que te quedes sin energías. Que no puedas ni expresarlas. La boca se te coserá otra vez y nada de lo que te ronda por la cabeza podrá salir. Y te envenenará. Te volverás cada vez más lento, ya no podrás andar. Reptando por la soledad de los rincones pasarás a un estado catatónico. Y las penas te habrán consumido. Un virus mutado que se alimenta de todas tus esperanzas. Esperanzas vacías e irreales. Alimento de pesares. Nunca. Nunca. Nunca debiste dejar de andar. El amor te separará de ti mismo, porque no hay nadie más. No existe un nosotros. Nunca existirá. Te acercaste demasiado al rencor. Al odio. Odiaste demasiado los sentidos. De repente te diste cuenta de que eras un muerto. Un reptil. Algo inexistente. Nadie. Nunca. Transmisiones sin sonidos desde lo más profundo de ti. El fin se acerca y no te importa. Volverás una y otra vez a esa maldito bucle. Baila. Ríe. No puedes. No existes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario